Recientemente, líderes reconocidos por sus libros, música, e iglesias han anunciado su abandono de la fe. La apostasía está saliendo a la luz en efecto cadena, y aunque esto no es sorpresa ya que está profetizado, dentro de esto hay un mensaje de parte de Dios de advertencia y arrepentimiento a la iglesia.
No les vengo a decir que por nuestra inmadurez, ofensas e incongruencias ellos hayan decidido abandonar la fe en Cristo, ¿Qué ola del mar puede desviar a un barco firmemente anclado? Mas bien nuestra culpabilidad es una literalmente más profunda; hemos dejado de ofrecer el ancla firme.
Salieron de nosotros, pero no eran de nosotros; porque si hubiesen sido de nosotros, habrían permanecido con nosotros; pero salieron para que se manifestase que no todos son de nosotros. 1 Juan 2:19
Los que apostatan de la fe realmente nunca formaron parte de la familia de la fe, ya que realmente nunca recibieron el evangelio en su corazón, por lo que nunca tuvieron fe verdadera. Pudieron conocer los términos cristianos, saber versículos de memoria, hacer libros y canciones, e incluso tener un comportamiento aceptable, pero la luz del evangelio jamás les resplandeció para salvación. Recuerda que todo lo edificado sobre la arena, tarde que temprano, terminará derrumbándose.
Aunque no creo que la iglesia seamos los culpables de la apostasía, sí creo que somos culpables de hacer creer a muchos que son creyentes, cuando no lo son. También creo que muchos no son creyentes porque no les hemos anunciado el único mensaje que es poder de Dios para salvación. (Romanos 1:16)
Veo a la iglesia moderna y me duele el corazón pues tiene mucha influencia pero es usada para entretener a los incrédulos y no para ofrecer la única forma de ser salvados. He asistido a eventos en iglesias donde reúnen a miles de personas sin siquiera una sola vez compartirles el hermoso evangelio. ¡Esto es grave! Nuestro pecado es más grave que reunir a una multitud con cáncer y darles gotas de agua, teniendo la cura en nuestro bolsillo.
Hemos dejado de predicar la necesidad de arrepentimiento y fe en Jesús para salvación, en cambio, les hemos dado un mensaje terrenal de prosperidad, humanista y vano. Hemos intercambiado el dolor por las almas perdidas por el interés en sus talentos y aportaciones. Hemos adoctrinado a la gente con canciones superficiales y centradas en nosotros, y no con la Palabra. Hemos olvidado las altas demandas de Jesús que ofendieron a multitudes, y les hemos dado un evangelio diluido y barato. Hemos vestido a cabritos de ovejas, haciéndoles creer que son miembros de la iglesia sin haber sido lavados por la sangre de Jesús.
¿Cómo no esperar un aumento en apostasías si hemos dejado la Palabra de Dios? Damos todo menos a Cristo. ¡Que Dios nos ayude!
Si hemos enseñado que Jesús solamente es algo más en la vida y no todo, después será reemplazado. Si hemos enseñado que simplemente es un buen maestro y no el único camino de salvación, no es tan necesario.
Maestro, pastor, líder… únete conmigo en arrepentimiento y clamor delante de Dios. Volvamos a la Palabra, prediquemos el evangelio de Jesucristo con fidelidad. No desperdiciemos el púlpito, no enseñemos de nuestro propio corazón, experiencias e ideales. Enseñemos la Palabra no adulterada en la plataforma y debajo de ella. Recordemos que Dios nos encargó la palabra de la reconciliación, que somos embajadores en nombre de Cristo, como si Dios mismo rogara por medio de nosotros: “Reconcíliense con Dios” (2 Corintios 5:18-20). Confrontemos en amor a cada asistente de la iglesia a que evalúe si su vida está dando frutos de una fe verdadera, esto pudiera ser usado por Dios para que esta persona tenga un arrepentimiento verdadero y sea salva.
Por último, es verdad que algunos rechazarán este mensaje y al mensajero, es verdad que serás perseguido (a veces hasta dentro de la iglesia) y que puede ser que “pierdas influencia” y que te dejen de invitar a eventos. También es verdad que algunos van a recibir el mensaje con mucho entusiasmo por poco tiempo y después lo rechazarán, y es verdad que te dolerá hasta el alma cada vez que alguien rechace la salvación. Sin embargo, es verdad que podrás gozarte en serle fiel a nuestro Señor Jesús.
Oremos:
Señor perdónanos, ayúdanos a amarte sobre todo, y que ese amor sea el motor para servirte con diligencia. Quebranta nuestro corazón por las almas perdidas, no nos permitas encontrar contentamiento en apariencias ni números, sino en lo genuino. Ayúdanos a ser fieles en la predicación de las buenas noticias de salvación. Ayúdanos a buscar tu aprobación y no la del mundo, tu gloria y no la nuestra. También te pedimos por aquellos que han apostatado de la fe, ten misericordia de ellos, que la luz de tu evangelio les resplandezca guiándoles en arrepentimiento y fe para salvación. En el nombre de Jesús, amén.
Acertado, amiga. Tristemente, muy acertado. Que Dios nos libre y nos use para ser no solo luz, pero verdaderos transmisores de Su verdad.
Este blog cae como anillo al dedo y creo que muchos tienen que leerlo. Que Dios nos siga ayudando y capacitando a exponer su palabra fielmente y que cada dia reconozcamos nuestra enorme necesidad de El.